REFLEXIÓN

"¿Quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero en calcular sus gastos y ver si tiene recursos para terminarla? De lo contrario, si ponía los cimientos y no podía terminar la obra, todos los que lo verían, empezarían a burlarse de él diciendo: Este hombre empezó a construir, pero no ha podido terminar” (Lc 14,28-30)

La vocación es una empresa de por vida. Reflexiona sobre tus capacidades y limitaciones, sobre lo que te atrae y lo que te desagrada de cada estado de vida. No esperes tener una certeza absoluta de lo que Dios quiere de ti, pero busca los signos que indican el proyecto de amistad que Dios tiene para ti.